Gracias Hospital Sabogal. |
Más que recordar, es reflexionar sobre lo que significó en nuestra vida dicha operación médica. Fue como volver a nacer. No tuvimos el amargor de otros pacientes a los que se les dice la verdad y se hallan de la noche a la mañana frente a un reto con la muerte. A nosotros nos la ocultaron y sólo se decía que se trataba de un tumor maligno. Es decir, ignorábamos lo que significaba tenerlo. Ya siendo maligno, existía cierta gravedad. Por eso no le hicimos caso. Jamás nos amenazó, en el pensamiento, la muerte.
Además de nuestra confianza en Dios, que todo lo puede, era asumir un reto de valentía y que no afectara a mi familia. Todo fue tan rápido en el hospital, que no hubo tiempo para evaluar las consecuencias. Antes de ese ingreso por emergencia, que parece es la única manera de que te hospitalicen y te atiendan, habíamos pasado pruebas de Tomografías, Ecografías y otras muy molestas como las de Colonoscopía, etc. Gracias a ello, mi familia, incluyendo a mi adorada Antonieta, se hizo la gestión en el Hospital Sabogal.
Mondragón, Manuel y Antuca. |
Mi cuñado Manuel Lengua Quiroz laboraba en ESSALUD y en su profesión de Contador Público tenía amistad con el Dr. Martín Mondragón del cuerpo médico del Sabogal. Cómo no reconocerle su valiosa cooperación. Por su parte el médico que aludimos nos ayudó personalmente en los trámites realizados en EMERGENCIA y ser aceptado el 3 de Marzo en calidad de urgente. Ese día me hicieron transfusiones de sangre para combatir la aguda anemia y soportar la operación. Todo se hizo a paso acelerado. Nos recomendó al Dr. Martín Colcca y no había tiempo que perder. Cada vez que lo veo, siempre lo saludo y agradezco su exitosa operación.
Esto que reseño es una suerte. Sin esas vinculaciones hoy no estaríamos reflexionando sobre lo que aconteció el 4 de Marzo de 2008. Es una triste realidad y que esperamos algún día se pueda superar en favor de miles de enfermos. Por eso es que podemos agradecer los seis años de sobre existencia que hoy celebramos. Comprobar que la ciencia avanza y lo que antes parecía incurable, hoy se consigue para felicidad de los pacientes y sus familias. El tratamiento y recuperación son motivo igual de reflexión. Hay que tener suerte en lograr un buen oncólogo.
La Dra. Patricia Pimentel A. |
Y la hemos obtenido con la Dra. Patricia Pimentel Alvarez que es el ángel guardián de nuestra salud. Siempre con la sonrisa a flor de labios y alegrándonos la cita. Es el 50% de su estrategia para curar a sus pacientes. Seguimos con vida y producto de esta sobre vivencia es que nos hemos dedicado a escribir. Ya tenemos 15 blogs y el espíritu rehabilitado, pero sin bajar la guardia. Superar las penas que nos rodean y pensar que todavía hay un camino por recorrer. Dios nos regaló una familia unida, unos hijos que velan por nosotros y dos nietos maravillosos: Alejandra y Joaquín. Además, la posibilidad de ser útiles cuando la edad avanzada doblega a otros. Hay para rato y nos espera en Setiembre la llegada de los 80. Esperamos celebrarlos con ustedes. Gracias.