Ministro de Salud Óscar Ugarte |
Un director de aplausos que daba la orden y el personal acataba. Yo llegué de casualidad al evento, porque justo paseo a mis nietos en ese parque. Mi hijo tiene su vivienda a pocos pasos y ante la visión de aquel toldo sentí curiosidad y presencié todo. Lo digo sin ironía. Aquellos aplausos del personal, ¿serían porque estos agradecían la "chamba"? Los del serenazgo, jardineros y otros, porque la jefatura los obligaba. Ante ese frío auditorio, el frío Ministro exponía otro logro del Gobierno en un día mucho más frío, porque estábamos en invierno. Tuve que retirarme, ya que era justo "la hora de la papa" de mis queridos mellizos.
Cuando veo Televisión Canal 7, que interrumpe su programación para informar de las inuguraciones de ESSALUD por el Presidente Alan García, reflexiono y comento en voz alta: ¡Cómo se ve que jamás te has atendido en ellos! No vamos a negar la eficiencia médica de cada Hospital, no. Analicemos ¿dónde está la falla? La respuesta es fácil. En la administración burocrática que no sabe o no quiere solucionar la falta de placas, la extraordinaria demanda de atenciones y la ausencia de medicinas vitales para la recuperación de los enfermos. Esa cola del módulo de QUEJAS del Sabogal, cada vez es más grande.
"Hospital Sabogal" |
No hice bilis y me dirigí a sentar mi denuncia. ¡Horror!... Presidente Alan, había una cola de espera mayor a la de todos los módulos. Opté por retirarme, no sin antes escuchar comentario de críticas hacia Ud. que lo culpan de llenar estos hospitales. Lo mismo ocurre en todos los nuevos inaugurados. Yo agregaré, como experiencia, que en varias ocasiones me han derivado a otros sitios para mis ecografías, etc. Y es con todos. No tienen la más mínima idea de lo que sufre un enfermo. Soportar su mal y soportar a tan malos empleados. Más insensibles que piel de elefantes y sin trato social alguno.
Quizá parezca una exageración. Gracias a Dios, no soy periodista. Sobre todo de aquel grupo que agranda la noticia y la repite a diario conmocionando al lector o televidente. Si estoy en Internet, es porque encuentro aquí un alivio escribiendo y, como ahora, quejándome. Creo que aquí esté el secreto de sobrevivir al cancer. Una distracción que descubre tus dones escondidos y hace que tus células dañadas, se distraigan también. Esto, más el enorme placer de querer a mis nietos y llevarlos al parque y gozar de sus tiernos cariños, me han permitido sobrevivir durante casi 3 años y, espero Dios mediante, algo más. Gracias.
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