Dra. que me vio apto. |
Sucedió la "quimio" y demás tratamientos a cargo de mi oncóloga la Dra. Patricia Pimentel Álvarez. Todo esto muy bien. Transcurrido medio año y como tenía atravesado un cálculo en la vejiga fui recomendado a Urología. Allí volvímos a ser sometidos nuevamente al examen táctil y esta vez por el Dr. Campos. Por supuesto que nos recomendó Mondragón, gran amigo y galeno. El médico Campos ordenó exámenes cuyos resultados duraron 3 meses de engorrosos trámites. ¡Hay, querido Hospital Sabogal del Callao! Terminadas dichas pruebas retorné al consultorio y me di con la ingrata sorpresa de hallarlo en vacaciones.
Recurrí a otro galeno porque quería salir de esta nueva experiencia y me tocó conocer al Dr. Juan Mamani, según muchos, el mejor "cuchillo" del Sabogal. Bueno, me dije, mientras más pronto sea, mejor. Les diré que el Dr. Campos había obviado algunos exámenes por mi anterior operación al colon y que consideraba innecesarias. Ya ante el Dr. Mamani, a quien me datearon le dicen "manotas", examinó mi historia y al notar la falta de los exámenes obviados por su colega el Dr. Campos, sin más contemplaciones ordenó los que faltaban. "Yo soy Mamani" me dijo y como este galeno no confiaba en nadie, fui sometido por tercera vez a la escabrosa prueba del tacto.
Médico urólogo. |
Hasta aquí llegué. Perdí la paciencia y abandoné todo. Hoy 5 de Diciembre de 2009 le prometí este comentario a mi médico tratante y amiga, Dra. Patricia Pimentel Álvarez. Ella está muy preocupada. Opina que debo comenzar todo, pero todo de nuevo. Y ustedes mis queridos lectores, con toda la triste esperiencia pasada ¿qué opinan?... A mi, la verdad, me aterroriza volver a manos del prestigiado Dr. Mamani. Aunque tratándose de la salud, hay que resignarse a todo. Me pregunto: ¿Y Acuña? ¿Continuará "meciendo" a los viejitos prostáticos? ¿Tendré que volverlo a ver? ¡Noooooooo!
Bueno, la vida hay que tomarla con soda. Conservar el buen humor es lo más importante. La verdadera curación está en el espíritu y en confiar con la mejor buena voluntad en Dios. Gracias por haberme permitido esta charada. A los buenos médicos del Sabogal mi agradecimiento y disculpas por la exageración. Lo hice para que la Dra, Patricia Pimentel, mi oncóloga, ría un poco y sepa que tengo este blog para recordar a mis congéneres que debemos cuidar nuestra salud. No tengo ninguna esperanza, porque la experiencia indica todo lo contrario. Es nuestro pronóstico y ojalá nos equivoquemos. Gracias.
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